Producción de una canción de Thrash Metal
Producir thrash metal puede parecer complicado, pero en realidad es bastante sencillo… siempre que cuentes con buenos músicos y una ejecución sólida. En esta entrada te voy a contar cómo produje la canción “Entre la Verdad”, el primer sencillo del último álbum que realizaré bajo mi proyecto Clumsy Clown. Escúchala aquí para que sepas cómo suena o mira el vídeo de YouTube, en donde explico todo esto de forma más visual.
Lo primero que necesitarás es un DAW (Digital Audio Workstation). Yo trabajo en Reaper, mi estación de audio digital preferida. Si aún no sabes cómo manejar un DAW, suscríbete a este blog, pues aquí publico todo lo que sé sobre audio, música y cómo hacerla.
Influencias y dirección sonora
“Entre la Verdad” está fuertemente influenciada por el thrash de los años 80, con bandas como Metallica, Megadeth y Anthrax como principales referentes. Busqué capturar esa crudeza de los primeros discos —antes de que el género se volviera más agresivo, como ocurrió con discos posteriores o con el thrash alemán de bandas como Destruction, Kreator, Sodom—. El resultado es una canción con alma ochentera, más cercana al sonido de Rust in Peace que al metal extremo moderno.
Las guitarras: el muro de sonido
El thrash metal vive y respira gracias a las guitarras. Para esta producción grabé cuatro pistas de guitarra distintas.
Primero grabé dos guitarras principales, paneadas completamente a la izquierda y derecha, y luego añadí otras dos con configuraciones diferentes de amplificador, paneadas al 30% izquierda y 30% derecha. Esto lo hice basado justamente en la producción de “Rust In Peace” de Megadeth, en donde por momentos logro escuchar unas guitarras de soporte en el centro de la mezcla; no estoy seguro si fue el truco que utilizaron, pero a mí me funcionó bastante bien.
Estas guitarras adicionales ayudan a crear un “wall of sound” más amplio y a reforzar los momentos de mayor intensidad. Además, en ciertas secciones cambian ligeramente la interpretación para añadir dinamismo sin perder coherencia.
El bajo: presencia sin protagonismo
El bajo en el thrash metal suele seguir las guitarras, y en esta canción no fue la excepción. Sin embargo, incluí pequeñas variaciones para mantener el interés auditivo.
Grabé una pista de bajo y la dupliqué para dar tratamiento según sus frecuencias:
Una más limpia, enfocada en las frecuencias graves.
Otra con una distorsión moderada para que los medios sobresalieran sin robar protagonismo.
No busqué el bajo ultra distorsionado típico del metal moderno; quise mantener un carácter más clásico, ligeramente sucio, pero funcional dentro de la mezcla total.
La batería: energía y pegada
Grabé la batería utilizando una batería electrónica Donner DED-200, enviando la señal MIDI hacia Reaper y usando Superior Drummer 3 como librería de sonidos.
Luego imprimí el resultado en pistas multitrack separadas: kick, snare, toms, overheads y room.
Apliqué una distorsión sutil para resaltar los transientes y darle mayor presencia en la mezcla, sin comprometer la naturalidad.
El resultado fue una batería contundente, con el golpe y la energía que el thrash metal necesita.
Las voces: crudeza antes que perfección
La voz principal fue grabada sin ningún tipo de corrección vocal. En el thrash —al igual que en el punk— la energía y la honestidad son más importantes que la perfección técnica.
Grabé una pista principal y varias tomas de apoyo para doblar algunas secciones. En ciertos fragmentos, añadí coros y gritos en diferentes posiciones frente al micrófono para crear un efecto de multitud.
Si quieres lograr ese efecto, te recomiendo grabar una toma cerca del micrófono, otra a media distancia y otra más lejos. Así conseguirás un espacio natural entre las capas de voces.
Conclusión: la esencia del thrash metal
Producir thrash metal no requiere una gran cantidad de pistas ni efectos complicados.
Basta con cuatro grupos principales: guitarras, bajo, batería y voz. Lo esencial es la energía y la ejecución.
No necesitas un cantante perfecto; basta con actitud y fuerza, como Dave Mustaine en Megadeth. Incluso las primeras grabaciones de Metallica eran más percusivas que melódicas, y aun así transmitían una energía brutal.
Esa es la magia del thrash metal: menos pulido, más visceral.
El proceso de producción, por supuesto, es mucho más largo de lo que te cuento aquí, pero este fue un resumen general de la forma en que produje esta canción. Si quieres escuchar las pistas individuales y mezclarlas tú mismo, da click aquí para descargar (por tiempo limitado) los multitracks de mi último sencillo. Si quieres seguir aprendiendo de producción o te interesa la música en general, no olvides inscribirte aquí abajo, así te avisaré con nueva información y todo mi conocimiento sobre producción.