6 trucos para minimizar el tiempo de edición

La edición de audio es una de las herramientas que se utilizan en la grabación de música, pero no debería ser la función predeterminada, a menos que cumplas con uno de los siguientes puntos:

  1. El sonido que buscas es como el de las buenas rolitas del metal matemático, djent u otros géneros cuyo sonido se caracterice por estar pegado a la cuadrícula de cada compás; o

  2. Eres un músico mediocre que no se interesa por aprender su instrumento, o trabajas con músicos mediocres y no quieres ser quien aporte para que mejoren sus habilidades.

Entonces, si necesitas editar todo lo que grabas de forma predeterminada… es porque no sabes grabar. No sólo estás aportando a la mediocridad de la música, sino que estás gastando muchísimo tiempo que podrías utilizar en fases más importantes de la producción. Pero, no te preocupes, existen algunos trucos que te voy a enseñar para que dejes de sentarte y cortar cada nota en tu plataforma digital de audio.

Soy Nicolás Atehortúa y llevo casi 10 años grabando música y te voy a dar seis trucos que aprendí en todo este tiempo, que me han ahorrado horas de edición. Estos trucos no tienen nada que ver con plugins o tecnología, por lo que cualquier persona tiene acceso a ellos y aquí te los dejo. En caso de que quieras una guía más visual y auditiva, puedes acceder al vídeo que está al inicio de este artículo.

Practicar tu maldito instrumento, sobre todo antes de la grabación

Si eres un músico y no practicas tu instrumento, estás haciendo las cosas terriblemente mal. Es bastante conocido que la leyenda del Punk Rock, Sid Vicious, no sabía tocar bien el bajo, pero fue un ícono de una música entera por su personalidad rebelde y se podía dar ese lujo y aún así hacer historia como la personalidad predilecta de la estética punk. Pero es tan remoto que te pase a ti como sería hallar una aguja en un pajar. Entonces, si no sabes usar tu maldito instrumento, estás condenado a fallar como músico.

De todos modos, no hay de qué preocuparse. Existen miles de recursos en línea sobre cómo aprender a tocar cualquier instrumento y volverse todo un profesional, incluso si la voz es tu instrumento de preferencia. Si es así, con más razón deberías ir a tomar clases y aprender de una buena vez cómo cantar sin depender de la corrección vocal. O en caso de que ya conozcas mi trabajo y quieras tener clases directamente conmigo, puedes escribirme a natehor@kondorstudios.com y, con mucho gusto, te ayudaré a mejorar tus habilidades para que no llegues a un show en vivo y termines lleno de huevos, tomates y harina, con tu credibilidad como músico en el piso.

Asimismo, si sabes cómo tocar tu instrumento y conoces bien la canción que vas a grabar, le vas a ahorrar dolores de cabeza al productor. Si es un buen productor, te incrementará el valor a pagar por el servicio de edición y hará un buen trabajo corrigiendo tu mediocridad. Si es un mal productor, simplemente dejará el horroroso desastre que grabaste tal como salió de tus manos y tu música no estará al nivel de un profesional. Por eso, simplemente aprende a tocar tu instrumento y practica tus canciones.

Grabar tomas completas

Los músicos de hoy en día parecen estar acostumbrados a grabar por secciones: 4 compases y se acabó; pasemos a los siguientes 4 compases. Y por cierto, después tendremos que arreglar los fades y ajustar sección por sección para que parezca una sola interpretación y no un Frankenstein sonoro. Este estilo de grabación es útil si lo único que necesitas grabar es una sección específica de la canción que quieres mejorar. Hacer un punch-in/punch-out. Pero grabar sección por sección es simplemente más lento y aburrido.

Si eres músico, en principio disfrutas de la música y es más divertido hacer una toma completa que grabar mil veces la misma sección. Te recomiendo grabar la canción completa y hacer varias tomas de la interpretación. Te darás cuenta que, cuando hayas grabado 4 u 8 tomas (a veces más), en las últimas tomas no hay necesidad de editar, o al menos no mucho; así, cuando necesites editar, solo tienes que escoger entre otras tomas que grabaste en la misma sección anteriormente. Grabar de esta forma es mil veces más divertido y, además, te hará mejor músico porque sabrás cómo tocar una canción de inicio a fin.

Usar metrónomo al grabar (y al practicar)

Tic-toc, tic-toc. ¿Qué es la música si no ruido controlado a través del tiempo para transmitir algo? Si no está controlado, deja de ser música y es simplemente ruido; si no está hecha con la intención de transmitir algo, deja de ser arte. Es claro que la música depende del orden deliberado a través del tiempo para ser algo más que ruido y una herramienta útil para esto es el metrónomo, que si no lo conoces, es simplemente un contador de tiempo que te ayuda a saber cuándo debes hacer una nota y cuándo debes parar. Llevar el tiempo es una habilidad clave en la música y si no dominas tu instrumento para hacer una simple rítmica, no vas a poder hacer música correctamente.

El metrónomo se lo inventaron en 1815 y el mismísimo Beethoven lo popularizó al utilizarlo como parte de sus herramientas. Y no es difícil entender el porqué de su uso: simplemente garantizaba mayor coherencia en las interpretaciones de los músicos y se podía escribir en las partituras la velocidad exacta en la que el compositor quería que sonara su obra. No solo ayuda con la velocidad, sino que también el metrónomo te dará una mejor percepción de las subdivisiones rítmicas dentro del compás.

Bandas como Tool, Jethro Tull, King Crimson o muchos músicos de jazz pueden grabar sin metrónomo porque dominan el tiempo a la perfección. Muy seguramente estos músicos son completamente capaces de llevar el tiempo con metrónomo y se pueden permitir no usarlo, pero si tú no eres capaz de utilizarlo correctamente, difícilmente vas a poder llevar el ritmo en tu grabación completamente carente de algo que marque una métrica consistente. Primero aprende la regla, luego decide si la quieres romper.

Y ahora, no me vengas con excusas de que no tienes un metrónomo. En internet existen varios recursos gratuitos y una simple búsqueda en google te dará instantáneamente el sonido básico del metrónomo que puedes utilizar para practicar tus canciones antes de grabar. Además, en el momento de grabar, hasta donde va mi conocimiento, todos los DAWs en existencia tienen la opción de activar un metrónomo, que te va a ayudar con la consistencia y rítmica dentro de tu canción.

Mueve tu cuerpo cuando grabes

Seguramente alguna vez has visto que los músicos se la pasan haciendo gestos y moviendo la cabeza o el pie en el momento que graban. Incluso Michael Jackson no se podía quedar quieto y daba dolores de cabeza a los productores porque tenía que moverse como loco al momento de cantar frente al micrófono y todo esto tiene una razón de ser: los humanos tenemos la capacidad de sentir afinidades entre los sonidos y el movimiento corporal porque el cerebro tiene conexiones fuertes entre el córtex auditivo (encargado de procesar el sonido) y el centro de control motor (responsable del movimiento). Esto significa que mover el cuerpo al ritmo de la música facilita la internalización y comprensión de la rítmica musical.

Por eso, te recomiendo bailar mientras estés grabando. No en el sentido completamente estricto de baile, sino que golpees tu pie contra el piso, muevas la cabeza, muevas las caderas, todo al ritmo de la música. Si mueves tu cuerpo, independientemente de qué extremidades estés utilizando para grabar, garantizará una mejor interpretación y, además, te vas a meter más en el papel de gozo y disfrute en el momento hacer tu música.

Ajusta bien tu mezcla antes de grabar

Los músicos tendemos a interpretar mejor nuestro propio instrumento si escuchamos bien al instrumento que nos guía y al que estamos tocando. Por eso, cuando grabas o tocas en vivo, necesitas ajustar bien lo que vas a escuchar como referencia. Esto significa que tienes que probar niveles de mezcla antes de comenzar a grabar, pero no me refiero a todos los juegos de ecualización, compresión y otros trucos de magia de la producción, sino que me refiero al nivel de ganancia de los instrumentos con el cual te sientas cómodo para poder hacer tu interpretación. Esto puede traducirse en aprender cuál es el instrumento que más te ayuda a tocar a tiempo y con buena rítmica en el momento que estás interpretando tu propio instrumento: tal vez necesites que el bajo se escuche más alto que las baterías , o mejor que las baterías sean lo único que suene, o que si tienes varias guitarras en la grabación suene una y no la otra; todo depende de lo que te funcione para grabar de forma más exacta. Eso sí, te recomendaría seguir, sobre todo, los instrumentos percusivos o el bajo (el bajo me parece genial en el momento que grabo la voz, entonces a este le subo bastante para tomarlo como referencia y afinar mejor), pero eres tú quién debe decidir con cuál trabajas mejor.

Graba más lento de lo que va a sonar

Esta técnica de grabación data desde hace un buen tiempo. Incluso Metallica usó este truco en la grabación de Master of Puppets, pero en esta época era muchísimo más difícil hacerlo porque se debía afinar el instrumento en un tono más abajo para que al momento de acelerarlo, suene en la afinación deseada. James “Riff Lord” Hetfield era capaz de tocar más veloz de lo que quedó en la grabación y se hizo de esta forma para garantizar que las 4 tomas de guitarra que suenan al tiempo suenen congruentes para dar lo que se llama “Wall of Sound” sin que hayan suciedades o artefactos no deseados dentro de la mezcla; asimismo, ellos no grabaron toda la canción en una menor velocidad sino que fueron sólo unas partes clave que se requerían.

Todo este contexto te lo doy para que no seas tan mediocre de utilizar siempre esta técnica. El hecho de que se pueda hacer, no significa que lo debas hacer. Primero tienes que ser capaz de tocar bien en una velocidad mayor a la que deseas grabar y esta técnica se utilizaría únicamente si lo que quieres es asegurar que para una sección todo suene de forma muy precisa para el sonido que buscas y evitar editar todo de forma matemática. El truco consiste en decidir a qué velocidad vas a dejar la versión final de tu canción, practicarla más rápido y grabarla más lento. Por ejemplo, graba una toma al 80% de la velocidad que quedará al final y luego lo aceleras dentro de tu plataforma digital de audio. Nuevamente, te lo repito: tienes que ser capaz de tocarlo incluso más rápido de lo que va a quedar porque lo que menos queremos es grabar algo que no eres capaz de tocar. Si no eres capaz de tocar a un nivel adecuado sin bajar la velocidad, no uses este truco. Mejor te recomiendo seguir practicando antes de hacer tu grabación.

En resumen, si tu canción sonará a 180 BPM, practica a 200 BPM y graba a 144 BPM. Así la grabación quedará genial y cuando debas tocar en vivo vas a ser capaz de tocar lo que quedó en el disco.

En conclusión

Para finalizar, te hago un resumen y te dejo algunas palabras más: los trucos de los que te hablo aquí son trucos que yo mismo he aplicado y aprendí durante todo el tiempo de aprendizaje de grabación casera y estoy seguro de que te van a servir, porque a mí me hicieron mejor músico y me ahorraron horas que antes perdía en la etapa de edición. Por esto, si quieres que tu música suene bien y no pierda humanidad aplícalos todos a tu propio ritmo:

  1. Practicar tu instrumento y conocer la canción antes de grabar

  2. Grabar tomas completas

  3. Usar metrónomo al grabar

  4. Mover tu cuerpo al grabar

  5. Ajusta la mezcla para comodidad en la grabación

  6. Grabar más lento de lo que va a quedar

Si tienes algún otro truco que utilices, no olvides dejarlo en los comentarios para que todos aprendamos y hagamos mejor música. Y si quieres escuchar cómo resultan estos trucos materializados en una canción real, ve y escucha el último sencillo que publiqué para Clumsy Clown dando click aquí.

Nicolás Atehortúa

Soy Nicolás Atehortúa y llevo casi 10 años estudiando y perfeccionando el arte de la producción, mezcla y masterización de audio. A lo largo de este tiempo, he desarrollado un enfoque técnico y creativo que busca resaltar lo mejor de cada proyecto, especialmente en géneros como el metal, el rock y las propuestas más oscuras y complejas del panorama musical.

Mi objetivo es ayudar a artistas y bandas a alcanzar un sonido potente, claro y profesional, sin perder su identidad ni su esencia.

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¡Por fin, estoy listo!